Ciencia y filosofía ISSN: 2594-2204, vol.8, otoño-invierno 2022
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tener a condición el aprendizaje del náhuatl, la pregunta es ¿cuál de las variantes? Aunado con un
conocimiento del latín con el español, si usted ya habla el español perfectamente, le recuerdo que
no es el español contemporáneo. La exigencia de ser un investigador/a de la filosofía mexicana es
enorme, sin el apadrinamiento de la Historia posiblemente caeríamos incesantemente en un sin
sentido, por lo tanto, es menester conocer nuestra historia para saber la rigurosidad que nos
condiciona el periodo.
Por otro lado, la divulgación de la misma filosofía novohispana es más amable, la mayoría de los
platillos que posan en nuestras mesas salen a raíz del periodo novohispano, sin olvidar su música,
la pintura o el teatro. Recuérdese, la filosofía y sobre todo la filosofía mexicana no se encuentran
estrictamente en los libros, las aulas de las facultades filosóficas o en un cubículo de 3.5 metros.
La filosofía mexicana puede aflorar desde los seminarios de investigación como desde la feria del
pueblo, puede incurrir en ambos extremos, ser partícipe de los dos mundos, tanto rigurosos como
informales, la filosofía mexicana se encuentra Nepantla, ese vocablo náhuatl que Fray Diego Duran
escucho al aprehender a un indio y este le respondió: “-Padre, no te espantes, pues todavía estamos
Nepantla- ; y como entendiese lo que quería decir con aquel vocablo y metáfora que quiere decir
estar en medio.” (Duran, 1942, p.115)
Es bien sabido que Emilio Uranga recogió estas instancias de Fray Diego Duran para explicar
filosóficamente el ser del mexicano, con ello, la tesis demostraría que el mexicano está Nepantla,
es decir, en medio, siendo partícipes en dos mundos, por lo tanto, el ser del mexicano es insuficiente
e inacabado, y así como el ser del mexicano está Nepantla, la filosofía mexicana también, en este
caso entre la difusión y la divulgación o entre la rigurosidad y la informalidad.
Como buen investigador/a de la filosofía mexicana, es condicional conocer la mal llamada
“Filosofía Universal”, por ejemplo, si queremos conocer la filosofía positivista de Gabino Barreda
(1818-1881), debemos relacionarnos de manera rigurosa con Hebert Spencer (1820-1903), Auguste
Comte (1798-1857) y Charles Darwin (1809-1882); lo mismo sucede con Sor Juana sin sus réplicas
hacia Aristóteles, a los ateneístas sin Henri Bergson (1859-1941) o a los hiperiones sin Jean-Paul
Sartre (1905-1980), Martín Heidegger (1889-1976) o Edmund Husserl (1859-1938). Tampoco
debemos dar por hecho de que, si se es una persona rigurosa, solo se dedique a repetir las palabras
de los pensadores/ras que se estudia, si recae en esto, deja de ser un pensamiento propio y original.
Sí afirmamos que la filosofía mexicana está Nepantla, afirmaríamos que en ello radicaría su
originalidad. Original en el sentido de no pretender complacer a las corrientes filosóficas
tradicionales, esto es, así como podemos usar el pensamiento de Aristóteles, Kant o Sartre, podemos