al oyente; otras, en el discurso mismo, por medio del mostrar o aparecer que se
muestra” (Retórica I, 1365a 2-5). Es decir, por un lado, el ethos, con el que el orador se
construye discursivamente una imagen que le permita lograr una mayor identificación
con su auditorio, por otro lado, el pathos, con el que intenta tocar la estructura afectiva
del auditorio para predisponerlo favorablemente a su causa, y finalmente, el logos,
entendido en el sentido de argumentación persuasiva.
2.1.3 El dominio temático y la organización del discurso político
Una vez identificados los participantes y la finalidad del contrato, debemos adentrarnos
en el nivel de la construcción discursiva para establecer el dominio temático y la
organización del discurso político. Como mencionamos anteriormente, Charaudeau
plantea cuatro modos de organización del discurso: el enunciativo, el descriptivo, el
narrativo y el argumentativo. El objetivo de incitación del discurso político nos lleva a
proponer que en la construcción de este tipo de discurso interviene de manera
sobresaliente
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el modo argumentativo. En efecto, en el discurso político el sujeto se
sirve del modo argumentativo para exponer un marco de cuestionamiento, una toma de
posición y una serie de argumentos, con el fin de que el otro participante no encuentre
refutaciones posibles y termine por compartir la visión que se le propone (Charaudeau,
2009e:280). Por supuesto, en el contexto persuasivo
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la argumentación no es lógica, no
se trata de establecer la verdad, sino un determinado punto de vista. Es por eso que se
impone una razón subjetiva que, con el fin de producir efectos, se conjuga con
elementos pasionales (pathos) y con la imagen que proyecta el orador (ethos).
El campo temático gira en torno de un ideal de convivencia social, por eso el discurso
político trata lo relacionado con la administración de los asuntos públicos y
gubernamentales (Charaudeau, 2005: 146-147). Como discurso de carácter público que
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Esto significa que no es el único que se encuentra en el discurso político.
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Charaudeau expone tres tipos de contextos comunicacionales: el contexto de explicación, el contexto de
demostración y el contexto de persuasión. En el contexto de explicación “la verdad ya está establecida
fuera del sujeto. El sujeto que explica supone que el otro no conoce esta verdad y hace que tenga
conocimiento de ella. Encontramos este fenómeno en las situaciones de información y de enseñanza”
(Charaudeau, 2009e: 281). El contexto de demostración “pone al sujeto en una posición en la que debe
establecer una verdad y aportar la prueba más irrefutable posible de esa verdad. […] Encontramos este
tipo de contexto en las situaciones de coloquios o escritos científicos” (Charaudeau, 2009e: 281). En el
contexto de persuasión “el sujeto no debe establecer una verdad, sino más bien tener razón y hacer que el
otro comparta esta razón. […] Encontramos este tipo de contexto en todas las situaciones de
comunicación propagandísticas, así como en la mayoría de las conversaciones habituales” (Charaudeau,
2009e: 281).