A este respecto, la vida de lo concreto o la particularidad, utiliza la metáfora de la
inmersión (Bachelard: 2016: 149 ss) para hablar del tiempo, en este sentido, la vida de la
singularidad está sumergida en el tiempo y todo se traduce en tiempo, sus objetos son la
evolución, el flujo del dinero, el destino, el cuerpo y hasta el amor, creando una subsunción
real (Dussel: 2014: 33 ss) a la que tiene que dar cuenta un tipo de narrativa edificante sobre la
verdad de los objetos de conocimiento, como por ejemplo, los modelos educativos que crean
una forma de percibir un tipo de evolución en el conocimiento.
A este respecto, se propone, a continuación, describir los orígenes de la fundamentación
de la nueva escuela y el sentido de verdad que conlleva con el fenómeno de la evolución de la
subjetividad del conocimiento.
2.
ORIGENES DE LA FUNDAMENTACIÓN DE LA NUEVA ESCUELA
Pero si el tiempo atraviesa la vida de la singularidad, en la subjetividad, la cuestión
sería cómo lo hace en la construcción de la educación, que desde el proyecto ilustrado ha
marcado las transformaciones en las subjetividades (Bruckner, 2005: 29 ss).
Según Álvarez (2019: 36-44), a lo largo del desarrollo de la educación se pueden
identificar tres estadios socioculturales del fenómeno educativo: 1). La educación militar,
absolutamente heterónoma e impositiva, que surge en la ilustración, conocida también como
modelo tradicional; 2). El modelo tecnocrático, instrumentalista que da origen a un sistema de
credencialización y especialización donde los artefactos tecnológicos tiene un significado
estrictamente pedagógico y 3). El modelo de la nueva escuela, que es de carácter emotivo, que
da respuestas a un tipo de conocimiento significativo y que termina subordinando a los dos
modelos anteriores (coexistentes entre sí); orientado a objetivos estrictamente laborables.
Siguiendo la transición del modelo tecnocrático hacia el modelo de la nueva escuela, se
advierte sobre la postura de Durkheim, Dewey, Gramsci y Freire para apreciar, en su génesis,
el movimiento transitorio del actual modelo educativo.
En su origen, para Durkheim (1990: 360) la educación debía ser un factor de integración
y control social, donde se transmitía la cultura, valores y creencias de la sociedad, la forma de
actuar, pensar, sentir de tal forma que ayudara a construir la personalidad del individuo: “la
educación es un ente eminentemente social tanto por sus orígenes como por sus funciones, y