La demostración frecuente de estas competencias lo ayudará a construir
paulatinamente su imagen, su coherencia de mando y su congruencia en el actuar, lo cual
será pieza clave para ejercer un liderazgo transformacional dentro de la organización. Este
liderazgo transformacional, a su vez, lo posicionará como un aliado estratégico en la toma
de decisiones de empresa, promoviendo y acompañando a sus líderes y pares hacia el éxito
de mediano y largo plazo.
“El liderazgo es el arte de conseguir que otra persona haga algo que quieres hacer,
porque quiere hacerlo.” (Einsenhower, Dwight. Presidente de EUA (1953 – 1961)), y en
esencia así es. Para lograrlo, fue necesario que las de un líder sufrieran una evolución,
principalmente tres de ellas.
Compasión. - Resultado de la evolución de una de las competencias clásicas
requeridas por el área de Recursos Humanos, denomina Empatía, la Compasión va más
allá del simple hecho de “ponerse los zapatos del otro”.
Significa involucrarse en la persona más allá del hecho de una relación Jefe /
Colaborador, conocer sus éxitos pasados, preferencias, aspiraciones y habilidades, pero
también sus miedos, fracasos, limitaciones y disgustos; y entender que somos diferentes
entre sí y que la equidad a veces debe estar en vez de la igualdad.
Humildad. - La cual es sin duda una de las competencias más complicadas de
desarrollar, toda vez que es contrariamente alimentada conforme el líder crece y se
posiciona gracias a sus resultados.
Implica un alto nivel de objetividad, apertura, escucha activa y, principalmente, un
proceso constante de aprendizaje y desaprendizaje, a través de lo cual el líder asimila que
no tiene la verdad absoluta, no tiene el conocimiento completo ni la solución a todos los
problemas, pero lo más importante, es que entiende y acepta que no hay nada de malo en
ello; siempre y cuando se rodee de personas que tienen, y hacen bien, aquello de lo que él
carece.