Ciencia y Filosofía ISSN: 2594-2204 
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a la lógica de la mercancía (irracional por principio) que es una lógica capaz de destruir lo 
que sea con tal de reproducir sus ganancias.” 
En otro tenor de ideas, planteó la importancia de la historia que se ha ocupado del 
desarrollo del tema de la diversidad cultural. 
Al respecto dijo que “la ciencia reconozca la parte cultural de la que proviene, en 
este sentido la ciencia occidental se diferencia de la ciencia que venía de Bizancio, de la 
ciencia oriental, del mundo musulmán que fue preservado en las matemáticas, en el algebra. 
Lo mismo que la cultura egipcia preservó un tipo de ciencia en la geometría y que Grecia 
perfeccionó en su ciencia. Esto significa que hay maneras de hacer ciencia. 
 Desde la perspectiva de la historia de la ciencia, no hay un solo modelo de hacer 
ciencia.  “Lo  que  el  pasado  de  estas  culturas  revela  es  que  había  una  sensibilidad  por 
entender los modelos de ciencia que se venían preservando; en el que confluyen distintas 
tradiciones culturales: la china, la africana (musulmana), y la europea” 
Es a partir de la modernidad, entendida como el hecho histórico conocido como la 
independencia de España, “en donde se asimilan teorías y prácticas de los conocimientos 
previos en una sola cultura de ciencia única, que surge a la par con  el nacimiento del 
capitalismo, de este modo se da una imposición de esta ciencia con tanto fanatismo como 
la religión católica, en este sentido  es como surge una visión de ciencia monocultural, 
universal y estandarizada que empieza a negar los saberes de otras civilizaciones.” 
Para no dar por hecho esta situación, argumentó el académico: “es prudente plantear 
la siguiente cuestión: si partimos de la existencia y coexistencia de diferentes civilizaciones 
podríamos decir que cada civilización desarrolla su propio sistema científico, en el sentido 
de que modela sus propias formas de representación, sus preguntas, sus problemas, sus 
valores y la utilidad del conocimiento. Y si fuera así, el caso, entonces la cultura, china, 
hindú, la fenicia, la mesopotámica, la europea y la hebrea, desarrollan su propio sistema 
científico.” 
“Lo que se requiere al respecto –apuntó- es generar diálogo entre historiadores y 
filósofos para describir el fenómeno según el cual una cultura absorbe los conocimientos 
de otra cultura. Por ejemplo, cuando los españoles abrevan de la sabiduría astronómica de 
las  culturas  americanas,  la  sabiduría  botánica,  farmacéutica  de  los  mayas,  este  hecho 
implico la transformó de la cultura científica en cuanto a la medición del tiempo se refiere, 
en específico al calendario gregoriano que emplea las observaciones Mayas traducidas por 
los frailes españoles.” 
Al respecto, sugirió, la conveniencia política para reivindicar la llamada ciencia 
occidental es en realidad un crisol en donde han confluidos muchas tradiciones culturales,