Ciencia y Filosofía ISSN: 2594-2204
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Nota científica
DOI: 10.38128/cienciayfilosofa.v2i2.14
Diálogo intercientífico y
ciencia pluricultural
José Luis Aguilar-Martínez. ID. 0000-0003-1074-1569
Editor
Email. revistacienciayfilosofia@gmail.com
Resumen.
Se analiza los conceptos de "diálogo intercientífico" y "ciencia pluricultural", contrastando
los avances de Bolivia con la situación en México. Bolivia, bajo el gobierno de Evo
Morales, ha transitado seriamente hacia un Estado pluricultural, reconociendo un doble
paradigma epistémico que integra tanto el desarrollo global como el endógeno. Esto
implica replantear la formación de científicos y el desarrollo, considerando las culturas
locales y oponiéndose al modelo monocultural privatizador del conocimiento. En cambio,
Betancourt critica que en México no ha habido una revisión profunda para materializar su
mandato constitucional de Estado pluricultural, faltando ajustes institucionales para lograr
una justicia epistémica. Históricamente, argumenta que no existe un único modelo de
ciencia. La "ciencia occidental" es en realidad un crisol de tradiciones (china, musulmana,
egipcia, etc.). Fue con la modernidad y el capitalismo que se impuso una visión
monocultural, universal y estandarizada, negando otros saberes. Para superar esto, propone
un diálogo genuino entre los sistemas científicos de diferentes civilizaciones, cada una con
sus propias formas de representación, valores y utilidad del conocimiento. El criterio
fundamental para una ciencia pluricultural es que admita en su interior el diálogo y la
crítica entre distintas tradiciones epistémicas. Esto conlleva replantear la formación de
investigadores y las políticas científicas, alejándose de una visión puramente posesiva y
utilitaria del saber, y avanzando hacia un modelo donde coexistan y se enriquezcan
mutuamente diversas formas de conocimiento.
Palabras clave: pluricultural, monocultural, intercientífico, epistémico, científico
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The concepts of "interscientific dialogue" and "pluricultural science" are analyzed,
contrasting Bolivia's progress with the situation in Mexico. Bolivia, under the government
of Evo Morales, has seriously transitioned toward a pluricultural state, recognizing a dual
epistemic paradigm that integrates both global and endogenous development. This entails
rethinking the training of scientists and development, considering local cultures and
opposing the monocultural model that privatizes knowledge. Betancourt, on the other
hand, criticizes the lack of a profound review in Mexico to materialize its constitutional
mandate as a pluricultural state, lacking institutional adjustments to achieve epistemic
justice. Historically, she argues that there is no single model of science. "Western science"
is actually a melting pot of traditions (Chinese, Muslim, Egyptian, etc.). It was with
modernity and capitalism that a monocultural, universal, and standardized vision was
imposed, denying other forms of knowledge. To overcome this, he proposes a genuine
dialogue between the scientific systems of different civilizations, each with its own forms
of representation, values, and utility of knowledge. The fundamental criterion for a
pluricultural science is that it allows for dialogue and critique between different epistemic
traditions. This entails rethinking the training of researchers and scientific policies,
moving away from a purely possessive and utilitarian view of knowledge and moving
toward a model where diverse forms of knowledge coexist and mutually enrich each other.
Keywords: pluricultural, monocultural, interscientific, epistemic, scientific
I
Dr. Alberto Betancourt Posada es profesor asociado C de tiempo completo de la Facultad
de Filosofía y Letras, Coordinador del proyecto PAPIT IN401509-2 “Cambiar de
paradigma: de la conservación de la biodiversidad a la diversidad biocultural; el proyecto
Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas y sus efectos en los sistemas de
conocimiento indígenas” sus obras son: Del saber indígena al saber trasnacional. La
explotación trasnacional de conocimientos indígenas (2010), De la conservación “desde
arriba” a la conservación “desde abajo”: el interés supranacional en los saberes
indígenas sobre ecología, (2008), La hegemonía estadounidense después de la invasión a
Irak, (2005), entre otros artículos.
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En el marco del Foros sobre Conceptos Fundamentales de la Diversidad Cultural
realizada en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en el 2015, el Doctor Alberto
Betancourt, nos aprobó la recuperación de esta memoria en la que propuso un análisis de
dos conceptos de diálogo: diálogo intercientífico y diálogo de ciencia pluricultural.
Al respecto dijo que “el concepto de diálogo intercientífico ha sido propuesto por
el Estado pluricultural de Bolivia en la necesidad de transitar de un Estado
monocultural hacia un Estado pluricultural. Para ello, el Presidente Evo Morales
recuperó las experiencias de los universitarios (a nivel teórico, conceptual y empírico) de
aquella región para explicar qué significa ser una nación pluricultural, paralelamente de lo
que sucede en México con los Acuerdos de San Andrés (firmado entre el EZLN y el
Gobierno Federal), que se recogen parcialmente en el artículo segundo de la
Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.”
Sin embargo, advirtió que a diferencia de Bolivia (Estado que cuenta con un doble
paradigma epistémico: uno de desarrollo global y otro endógeno), en el Estado Mexicano
no se ha hecho una revisión seria del concepto de Estado pluricultural, es decir, cuáles
serían los ajustes que deberían hacer las instituciones y la sociedad mexicana para acatar el
mandato constitucional de cara a una justicia epistémica en lo que se refiere a la identidad
y diversidad de los sistemas de conocimiento que existen en México.
En Bolivia dijo- “se tomó en serio la pregunta: qué significa transitar de un
paradigma cultural dominante y mono lógico, hacía un modelo intercultural, y qué significa
esto en distintos ámbitos. Por ejemplo, la planeación y el desarrollo, para ello idearon un
modelo de desarrollo endógeno (por oposición a un modelo de desarrollo que viene desde
afuera [versus la globalización]), que tome en cuenta a cada cultura local, así como los
requerimientos, instrumentos e instituciones que formen a los jóvenes científicos en otras
direcciones diferente a la formación en el actual paradigma de ciencia monocultural
privatizador de los conocimientos.”
II
El modelo mono científico, mono lógico privatizador de corte tecnocientífico, “es un
complejo hibrido que tiene un tipo de racionalidad muy sofisticada (en lo que se refiere a
la matematización de resultados), no obstante, cuando se comercializa, sucede que obedece
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a la lógica de la mercancía (irracional por principio) que es una lógica capaz de destruir lo
que sea con tal de reproducir sus ganancias.”
En otro tenor de ideas, planteó la importancia de la historia que se ha ocupado del
desarrollo del tema de la diversidad cultural.
Al respecto dijo que “la ciencia reconozca la parte cultural de la que proviene, en
este sentido la ciencia occidental se diferencia de la ciencia que venía de Bizancio, de la
ciencia oriental, del mundo musulmán que fue preservado en las matemáticas, en el algebra.
Lo mismo que la cultura egipcia preservó un tipo de ciencia en la geometría y que Grecia
perfeccionó en su ciencia. Esto significa que hay maneras de hacer ciencia.
Desde la perspectiva de la historia de la ciencia, no hay un solo modelo de hacer
ciencia. “Lo que el pasado de estas culturas revela es que había una sensibilidad por
entender los modelos de ciencia que se venían preservando; en el que confluyen distintas
tradiciones culturales: la china, la africana (musulmana), y la europea”
Es a partir de la modernidad, entendida como el hecho histórico conocido como la
independencia de España, “en donde se asimilan teorías y prácticas de los conocimientos
previos en una sola cultura de ciencia única, que surge a la par con el nacimiento del
capitalismo, de este modo se da una imposición de esta ciencia con tanto fanatismo como
la religión católica, en este sentido es como surge una visión de ciencia monocultural,
universal y estandarizada que empieza a negar los saberes de otras civilizaciones.”
Para no dar por hecho esta situación, argumentó el académico: “es prudente plantear
la siguiente cuestión: si partimos de la existencia y coexistencia de diferentes civilizaciones
podríamos decir que cada civilización desarrolla su propio sistema científico, en el sentido
de que modela sus propias formas de representación, sus preguntas, sus problemas, sus
valores y la utilidad del conocimiento. Y si fuera así, el caso, entonces la cultura, china,
hindú, la fenicia, la mesopotámica, la europea y la hebrea, desarrollan su propio sistema
científico.”
“Lo que se requiere al respecto apuntó- es generar diálogo entre historiadores y
filósofos para describir el fenómeno según el cual una cultura absorbe los conocimientos
de otra cultura. Por ejemplo, cuando los españoles abrevan de la sabiduría astronómica de
las culturas americanas, la sabiduría botánica, farmacéutica de los mayas, este hecho
implico la transformó de la cultura científica en cuanto a la medición del tiempo se refiere,
en específico al calendario gregoriano que emplea las observaciones Mayas traducidas por
los frailes españoles.”
Al respecto, sugirió, la conveniencia política para reivindicar la llamada ciencia
occidental es en realidad un crisol en donde han confluidos muchas tradiciones culturales,
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y que en su defecto, es imprescindible generar un diálogo al interior de una ciencia
pluricultural, opuesto a la experiencia Boliviana que plantea que hay que revertir el
colonialismo epistémico, que niega los saberes de otras tradiciones.
Para plantear la diversidad epistémica se necesita, dijo, “admitir el diálogo entre las
ciencias de diferentes culturas, aceptar que hay una ciencia occidental que reconoce que
hay otras ciencias, es decir, entre dos sistemas que promuevan el diálogo.”
Por último, dijo que el criterio de una ciencia pluricultural es que admite que el
juego en su interior es entre tradiciones epistémicas, ante la presencia del discurso crítico
en su interior. Una ciencia multicultural se preguntaría cómo se formaría a un investigador,
teniendo en cuenta el rechazo de una visión de posesión, utilitaria en términos rentables.
Criterios básicos a la hora de plantear políticas científicas.”