ISSN:2594-2204
Ciencia y Filosofía, vol. 2, núm. 2, 2019, "El grupo de investigación Demencia10/66", Adolfo Israel
Flores Ramírez, pp. 79-83.
¿A esto le llaman la sobre carga del cuidador?
La sobre carga del cuidador es cuando el cuidador ya llegó a su límite, está
colapsando porque cuando tu le enseñas a un niño, sabes que le vas a ir enseñando
cosas y el va a ir de la mano haciéndose cada vez más independiente, entonces eso te
va dando el estímulo ¿no? Porque con el tiempo eso va a mejorar, en cambio con el
adulto mayor, lamentablemente cada vez va a ser peor, porque es un padecimiento
progresivo, primero tienes que estar al pendiente, después lo tienes que supervisar,
hacer todas las tareas y después tienes que hacer todo por él. Entonces el paciente
olvida hasta caminar, ir al baño, todo, entonces es alguien que depende de otro y esa
dependencia es cada vez mayor.
¿Qué es lo que tiene que saber una persona que se encuentra, digamos en Iztapalapa,
donde el nivel cultural de la gente es muy bajo, y no tiene tiempo de leer una gaceta
para enterarse de estas cosas? ¿Qué sería lo mínimo que ellos tendrían que saber para
identificar la Demencia? porque muchas veces se da el caso, y, a los adultos mayores
los tachan de testarudos sin darse cuenta de que hay problemas. Si iniciamos una
campaña ¿qué le podemos decir a la población?
Yo les daría tres mensajes: uno, que hay que diferenciar entre el envejecimiento
normal, o sea lo que les pasa a todas las personas cuando envejecen y lo que es una
enfermedad. Es usual que las personas con la edad vayan perdiendo capacidades
físicas y mentales, pero no porque alguien suba más lento las escaleras está enfermo,
pero alguien que no puede caminar sólo pues sí está enfermo. Lo mismo pasa en las
demencias, es normal que las personas con la edad tengamos menos velocidad de
procesamiento, de aprendizaje para entender las cosas y podamos tener algunos
olvidos. Que también está muy mediado por problemas en la atención, entonces a
veces es muy típico, a veces la gente se queja de que va a hacer una cosa y en el
camino se le olvidó a qué iba ¿a qué venía a la cocina? o que se encontró algo en el
camino, a lo mejor encontró algo tirado lo levantó, ya no sabe ni a qué iba. Eso es la
atención dividida, disminuye con la edad. Si a mí me dan ahorita algo para aprender,
me tardo más que hace 20 años y a la mejor tardo más tiempo en procesarlo pero
tengo otros beneficios como puede ser el conocimiento acumulado, la experiencia, la
prudencia, en fin. Entonces, yo puedo tener por mi edad un enlentecimiento y un
cambio en mis funciones mentales. Pero ese cambio no debe interferir con mi
funcionalidad, con mi independencia. Entonces hay que diferenciar cuando una
persona tiene cambios que se están atribuyendo al enlentecimiento pero esto lo hace
disfuncional y dependiente eso ya es una enfermedad. Mientras este cambio es lento y
puede afectar simplemente mi velocidad pero no mi autonomía, puede considerarse
normal. Si no sucede eso, se considera una enfermedad y en el caso de las demencias
necesitamos evidenciar dos situaciones: una que hay un deterioro del funcionamiento